¿Cómo afecta la adicción a la cocaína?
La adicción a la cocaína tiene efectos devastadores en la salud física, mental y social de una persona. Algunos de los principales impactos incluyen:
1. Efectos en el cerebro y la salud mental:
Alteraciones en el sistema de recompensa: La cocaína aumenta la dopamina, generando una sensación de placer intensa, pero con el tiempo reduce la capacidad del cerebro para sentir placer de forma natural.
Ansiedad y paranoia: Su uso prolongado puede causar episodios de ansiedad extrema, paranoia e incluso psicosis.
Depresión y agotamiento: Tras el consumo, muchas personas experimentan una «resaca» caracterizada por depresión, fatiga y anhedonia (incapacidad de sentir placer).
Problemas cognitivos: Afecta la memoria, la toma de decisiones y la capacidad de concentración.
2. Efectos en la salud física:
Daño cardiovascular: Aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial, elevando el riesgo de infartos y derrames cerebrales.
Problemas respiratorios: En quienes la inhalan, puede dañar el tejido nasal y pulmonar.
Desnutrición y pérdida de peso: Suprime el apetito y lleva a deficiencias nutricionales.
Deterioro del sistema inmunológico: Aumenta la vulnerabilidad a enfermedades infecciosas.
3. Impacto social y conductual:
Aislamiento y conflictos familiares: La adicción puede llevar a rupturas familiares, pérdida de empleo y problemas legales.
Conductas de riesgo: Aumenta la probabilidad de conductas impulsivas, criminalidad y accidentes.
Problemas financieros: Muchas personas endeudan o venden bienes para sostener su consumo.
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Tratamiento en un centro de adicciones
El tratamiento de la adicción a la cocaína en un centro especializado sigue un enfoque integral, combinando desintoxicación, terapia psicológica y reinserción social.
1. Evaluación inicial y desintoxicación:
Se realiza un diagnóstico completo de la adicción y otras condiciones de salud mental.
La desintoxicación puede durar varios días y suele implicar el manejo de síntomas de abstinencia como fatiga, ansiedad, depresión e insomnio.
2. Terapia psicológica y conductual:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento asociados al consumo.
Terapia individual y grupal: Permite explorar las causas subyacentes de la adicción y recibir apoyo de otros en recuperación.
Manejo de recaídas: Se enseñan estrategias para evitar el consumo en situaciones de riesgo.
3. Apoyo psiquiátrico y farmacológico:
Aunque no existen medicamentos específicos para tratar la adicción a la cocaína, algunos fármacos pueden ayudar a controlar la ansiedad y la depresión asociadas.
4. Rehabilitación y reinserción social:
Se trabaja en la reconstrucción de relaciones familiares y sociales.
Programas de reinserción laboral y educativa para que la persona pueda retomar su vida sin depender de la sustancia.